viernes, 14 de noviembre de 2008

Una tarde de viernes


La verdad es que estaba siendo una siesta bastante placentera y esperada durante toda la semana, cuando acaba de la peor forma: interrumpida. El término siesta a veces es un poco vago, no sé si a dos horas de sueño por el simple hecho de no ser de noche puede llamarse siesta, o excede en el término temporal el significado de esa palabra. La cuestión es que sonó el tiembre. En alguna otra ocasión hubiera caminado hacia la puerta maldiciendo al intolerante hacia conmigo que se encontraría en la puerta. Pero total, era viernes. Abro la puerta y está una mujer con un folleto. Argg. Algo vende. Exacto, vendía religión, o pseudoreligión. Nunca entenderé los que tratan de captar adeptos como si de vender planes de pensiones se tratara. Si tan buena es su religión, ¿Por qué me hace ese gran favor de vendermela en mi mismísima puerta? Una vez oí a una persona una frase que me gustó. Empezaba así: la obcecación es síntoma... ¿De qué? El resto no me acuerdo, pero en el momento me impresionó, tendré que inventarme un final. A lo que íbamos, tenía dos opciones: optar por decir que no me interesaba y quitármela de encima como pudiera, o hablar todo lo que pienso sobre el tema que trataba el folleto: Dios. Ahora que voy a empaparme de Nietzsche parece que es buena época para ordenar todos mis pensamientos místicos, masones o religiosos, sin embargo opté por la primera opción. Qué coño. Creo que estábamos en desigualdad de oportunidades. Es como cuando hablas de política con un militante de algún pseudopartido. Tienes la ventaja de saber cuales van a ser sus argumentaciones. Es un poco rollo, sí. El folleto en sí tiene seis preguntas. Pero la que más me gusta es:


¿Hay alguna esperanza para los muertos?

Algunos saben lo que pienso de esta pregunta, y muchos de esos algunos se sorprenden y me rectifican con sus pensamientos, pero sobre esa rectificación yo tengo una ventaja, y es que nadie puede debatirme con pruebas lo que yo pienso. Así que tampoco vamos a pelearnos. Good night and good luck!

4 comentarios:

Leo dijo...

Me encantaría oir tus ideas sobre las esperanzas de los muertos ;). A mí me pasó lo que a ti una vez aquí en Madrid, yo opté por la segunda opción, estuvimos horas hablando, y volvió varios días después, y varias veces más.
En mi caso, justo cuando abrí la puerta me hice una micro-pregunta instantánea y sentí curiosidad tal como para tomar la segunda opción: ¿qué hace que una persona vaya puerta por puerta contando lo que cree?

sol(y)edad dijo...

Mientras escribía la entrada me acordé de tí y tus intercambios de opiniones en el descansillo.
Mis ideas sobre el post-mortem son algo confusas y tampoco las expondré aquí. De todas formas, puede estar más cerca del Hinduismo, incluso Budismo, antes que el Cristianismo, en fin, no me gustan los -ismo.

Leo dijo...

Seguro que hay un -ismo que sí te gusta, el nachismo xD

« Raffa » dijo...

Mariconismo xD