jueves, 28 de febrero de 2008

El buscador


Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador...Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir, Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de pequeña valla de madera lustrada.Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquél lugar.El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:
Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días
Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía:
Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas
El buscador se sintió terriblemente conmocionado.Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.Una por una, empezó a leer las lápidas.Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años...Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.-No, por ningún familiar —dijo el buscador—. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?El anciano sonrió y dijo:- Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...:“Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:
A la izquierda, qué fue lo disfrutado.A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.
Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media...?Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso...¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo...?¿Y la boda de los amigos?¿Y el viaje más deseado?¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?¿ Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?¿Horas? ¿Días?
Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento.
Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido".




Cuentos para pensar, Jorge Bucay


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta!!!! Ser tan consciente de la felicidad que te permita cuantificarla... cuántas veces olvidamos coger nuestro boli y solo nos acordamos de dejar huella de los malos momentos...¡Empecemos a escribir!! si nos concentramos...seguro que sabemos cuándo nacer!!! ;)

sol(y)edad dijo...

Empiezo: 2 minutos de leer el cuento y 20 segundos del comentario de makkane_ ;)

« Raffa » dijo...

24 años en breve.

« Raffa » dijo...

Para aclarar lo que he puesto antes, quiero decir que no todo ese tiempo de mi vida ha sido momentos buenos y felices. Evidentemente, he tenido malos momentos como cualquier otra persona. Pero quería decir con lo que he puesto antes que yo he vivido plenamente esos 24 años, los que tengo ahora mismo, no desagradezco las épocas malas puesto que eso forma parte de la vida. La vida se presta mucho a la filosofía y todo ese rollo, pero yo lo veo como algo más simple, y para mí vivir es algo por lo que doy las gracias a quien tenga que dárselas y si tengo que soportar momentos malos, los soportaré; como también me hará feliz un buen momento, tan simple, como puede ser disfrutar de un diíta de campo con la gente que quiero.

El cuento es eso, un cuento, que tiene moraleja, que impresiona al leerlo, que busca que pensemos en lo que hemos leído; y, aparte de esta especie de crítica, tengo que decir que me ha gustado. Pero por mi parte, en mi lápida no sólo pondría el tiempo de mis momentos felices, sino todos, el tiempo total que haya durado mi vida, puesto que es lo mejor que a uno le puede pasar, vivir.

:)

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo con Raffa!! si que hay que ser mucho mas consciente de los buenos momentos de nuestra vida, porque a veces sólo vivimos con intensidad los malos, el resto ni se agradece, sólo nos quejamos.. Pero una vez que se aprende de ello hay que tener en cuenta todos los momentitos de tu vida: buenos, malos o simples! Todos y cada uno te enseñan algo, y eso te ayuda a vivir el siguiente de la mejor manera, con más templanza y otra filosofía! Que seais felices, hay que disfrutar de esos pequeños placeres que dejas de verlos importantes en cuanto te ciegas en buscar la GRAN felicidad!

Mi consejo es que dejeis de buscar tanto la felicidad, que no hace falta apuntar tantos buenos momentos, sólo hay que vivir de la mejor forma que puedas y haciendo cosas que te llenen, lo demás viene, no os encerréis en la búsqueda porque os perderéis y ya no seréis consciente ni de lo que buscáis. Suerte!

sol(y)edad dijo...

Totalmente de acuerdo con vosotros, poco me queda que añadir. Qué me ha gustado leerte de esta forma Raffa :$ :$